Hooola! Después de muchos días sin publicar nada ya me lanzo de nuevo un poco. He tenido unos días de bajoncete moral por motivos varios, pero, ¿qué mejor para levantar el ánimo que contaros todo lo que pasa por mi cocina? Por otra parte, creo que querer llegar a tanto también ha sido una de las causas de que me "estresara" un poco con el blog. He intentado meterme en tantas cosas (concursos, sorteos...) hasta que ya no he podido más, así que por este lado he decidido relajarme un poco y tomármelo a mí ritmo, sin prisa pero sin pausa (lo malo es que tenía unas ideas muy chulis para Ana de recetas con maleta y peineta, y para Elena, 4 especias, y no ha podido ser). Me da un poco de envidia esos preciosos blogs, que publican cada día una o varias recetas, y con esas fotos tan preciosas! Pero lo dicho, me lo tendré que tomar con más calma… trabajo, casa, gimnasio, huerto, cocina...no doy para tanto, soy muy pequeñita! Jejeje. Dentro de poco comenzaré un curso de restauración de muebles, así que también intento darle forma a algunas ideas que me surgen, creo que será mi nuevo blog...ya os iré contando. Con todo esto, solo quería deciros que aunque parezca que estoy un poco ausente, sí que me paso por todas vuestras cocinas, no siempre os comento, pero como os digo me faltan horas al día.
Bueno, pues sin más rollos, os cuento una breve historia y una receta más con aroma a Oriente....
Como ya os dije, el libro de Aroma árabe, de Salah Jamal, me gusta mucho y siempre lo tenemos a mano. En esta ocasión la historia que cuenta sobre el humus dice así: …”desde los orígenes de este plato, a principios del siglo XX, y hasta los años setenta, el hommos ha sido considerado como un plato destinado únicamente al desayuno. Su aroma propio, junto al de las cebollas tiernas, el acompañamiento habitual del hommos, siempre me recuerda de forma inconfundible aquellos madrugadores recorridos que realizaba de pequeño desde mi casa a la escuela. ….”
“…Aún recuerdo a mis temidos maestros con una cebolla en la mano, relajados y alegres, rodeando – a la hora del desayuno- a este dichoso plato. La primera clase del día era, sin duda, la más agradable de todas, si la comparábamos con las siguientes. Los maestros eran más permisivos, aunque más por inercia placentera que por voluntad propia. La causa solo había que buscarla en su repetitivo y diario desayuno; la combinación del puré de garbanzos, la cebolla tierna y el pan árabe y, como culminación, una taza de té con menta o salvia, provocaba al más despejado un irremediable relajamiento y una placidez mental. Por lo tanto, la primera clase de cada día siempre era más bien una hora de transición o de mentalización, para entrar posteriormente en las siguientes clases. Para más “inri”, la clase de matemáticas siempre se programaba a primera hora del día, con el fin de aprovechar la claridad mental tanto del profesorado como de los alumnos. El resultado académico se suponía era evidente. Yo siempre me he preguntado, y no es broma, ¿por qué en el mundo árabe escasean los buenos matemáticos, a pesar de que fue la cuna de dicha disciplina? ¡¡Será el hommos el culpable??!!....”
Ingredientes:
250 grs. de garbanzos
1 cuc. rasa de sal
1 diente de ajo
1/2 vaso de zumo de limón
1/2 vaso de tahina
1 taza de agua
1/2 yogur natural
Modo de preparación:
Preparar en un plato y especiar. Yo le pongo comino, pimentón rojo y perejil.
Según el libro se le puede poner: granitos de garbanzos cocidos, hilillos de aceite de oliva, trocitos de perejil y una pizca de comino en polvo.
En el libro hay una par de sugerencias a tener en cuenta para la textura del puré:
Si la textura del puré resulta muy diluida, añadir una cucharada grande de garbanzos y otra de tahina, dado que ambos ingredientes solidificarán más la masa.
Si la textura resulta muy pastosa, añadir poco a poco, y mientras se sigue batiendo la mezcla, muy pequeñas cantidades de agua hasta obtener la textura deseada.
Nosotros en esta ocasión lo tomamos de noche así que no lo hicimos con cebolla, lo hicimos con tostaditas. Mi chico se lo preparó un tiempo para desayunar al estilo árabe, con cebolla y palitos de zanahoria. Con los palitos a mí me gusta mucho!
Espero que os guste... :D
Espero que os guste... :D
6 comentarios:
Por lo del concurso ni te preocupes guapisima,esto del blog te va enganchando y si no dosificas el tiempo al final es cierto que de ser un problemilla, pero tu a tu ritmo, yo hay semanas que publico tres o cuatro cosas y otras que nada,según las circunstancias, sin obligaciones.
Esta receta me encanta yo también lo hago y nos encanta, un besote.
Guapiiii!!! oye, tómatelo con calma...que no somos superwomans!!jajaja... yo también tube una época así, q quería hacerlo todo, comentar en todos los blogs...pero no se tiene tiempo para todo!!! =)
Por cierto, ya has decidido mi cenita!!!jiji
Un besote
Muy rica la receta!!! Yo tengo también mi blog de cocina, pero no es otra cosa que eso: mi cuaderno de recetas y notas. Escribimos en él cada vez que pensamos que hay alguna receta que merece la pena compartir, a nuestro propio paso. Si te sientes presionada, deja de ser algo tan guapo!!!Asi, que ánimo!!! Menudo rollo te metí!!!Besinos.
Yo también tengo ese libro, he hecho varias de sus recetas y todas salen estupendas... me encanta.
Tu hummus, menuda pinta, dan ganas de meter el dedo.
Un beso desde Hoy cocina Vivi.
Yo te diría que con calma y sin prisas, no merece la pena extresarse y tu hummus, estupendo,de verdad.
Besos
No te estreses porque nadie llega a todo, a veces ni ideas tiene una para algún concurso. Nadie se va a enfadar y si no dos problemas enfadarse y desenfadarse. Así que tómate esto como un hobby, de eso se trata y punto. A tu ritmo.
El humus me gusta mucho, llevo tiempo sin comerlo, a ver si localizo la tahina por aquí.
Besos.
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