Aromas de Oriente, falafel

Tengo un libro de cocina árabe al que le tengo mucho cariño y curioseamos muchas veces. La historia que cuenta del falafel dice así…:” ¿Por qué comienzo por el falafel? La respuesta es obvia, el falafel es el plato elaborado más popular del Próximo Oriente, incluidos los países no árabes. El origen de su denominación proviene, con toda probabilidad, del verbo árabe falfala, que significa condimentar. Ciertamente, podemos afirmar que la masa del falafel contiene la más variada y equilibrada cantidad de especias de todos los platos árabes. El falafel se consume a cualquier hora del día, para desayunar, almorzar, merendar, cenar, o simplemente, para picar. También se toma como entremés o pato de acompañamiento, y a menudo se convierte en un plato básico y único para miles de familias de pocos recursos. Y, en verdad, un solo sándwich de falafel, bien hecho y bien condimentado, satisface por completo, igual que un menú. 

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El origen de las croquetas del falafel ha sido muy discutido, pero es probable que ya se consumiera en el Egipto faraónico y que desde allí fuera llevado a la península arábica, sobre todo al Yemen. A principios del siglo XX, y a causa del descubrimiento del petróleo, se produjeron grandes oleadas de migraciones a la zona del Próximo Oriente hacia las regiones petrolíferas. Miles de familias yemenitas emigraron hacia el norte, a Arabia Saudí, Kuwait…, en busca de mejor suerte. En estos países se encontraron con otros emigrantes que provenían el norte de África. Los yemenitas montaron sus paraditas de falafel en muchas esquinas de las calles de estas regiones florecientes. Esa comida rápida y baratísima hizo furor entre las capas de trabajadores emigrantes, que representaban el 70% de la población del golfo arábico. Años después, muchos de aquellos inmigrantes, al volver a sus países de origen con un poco de fortuna, montaron infinidad de puestos de venta de falafel. De aquí viene que los sirios, los palestinos, los libaneses, los iraquíes, e incluso los israelíes, reivindiquen el falafel como plato nacional propio. Curiosamente, los yemenitas, que fueron presumiblemente los responsables de la difusión de estas croquetas, no lo reclaman como propio. -Salah Jamal-

A pesar de la historia, os pondré la receta que hice porque está un poco variada. Hice varias consultas por la web, y viendo esta y esta, hice un mix entre todas, y la experiencia ya que la primera vez que los preparé se me quedaron en la freidora...nos encanta el falafel y ya estábamos un poco cansados de pedirlo a domicilio ya que pensábamos que no sería muy complicado preparar un buen falafel. Pues bien, la primera vez fue un poco desastroso ya que las bolas no cogían consistencia y se me quedaron por el camino, así que tenía una espinita clavada. Este finde me propuse volver a probar y allá que me puse manos a la obra. La preparación fue sencilla y rápida, y las croquetas me quedaron buenas. Las acompañamos con la típica salsa de yogurt y pepino, que os contaré rápidamente cómo la hice en otra entrada.

Falafel

Ingredientes 

½ kg de garbanzos

80grs. de pan rallado
5 mini zanahorias del huerto urbano

1 ajo
Perejil y cilantro fresco picado

Comino, menta, curry, canela, pimentón rojo (½ cuc de cada)

Sal, pimienta

½ sobre de levadura

Semillas de sésamo
Harina de garbanzos (para rebozar)

Modo de preparación:

Triturar los garbanzos y añadirle el pan rallado. Agregar el ajo picado pequeño, el perejil y el cilantro. Mezclar bien todos estos ingredientes.
Picar la zanahoria a cuadritos bien pequeños y añadir a la mezcla. 

Añadir a la mezcla las especias, la levadura, el pimentón, el sésamo, la sal, la pimienta y mezclarlo todo de nuevo.
Reposar 2 horas.

Hacer bolas con los dedos no demasiado gruesas y rebozar con la harina de garbanzos.

Freír en aceite abundante y caliente.

 

qué aproveche!

Fuentes: (Aroma árabe – recetas y relatos-, directoalpaladar, elblogalternativo)