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Gazpacho de sandía

Aunque oficialmente ya sea otoño en Valencia sigue siendo verano, a ver cuánto dura!
Antes de que sea demasiado tarde, os dejo el último gazpacho que preparé...de sandía!

Casi todos los ingredientes del huerto del papi...si es que es de lo mejorcitoo!!!! Solo tuve que hacerme con un pepino. Ya había probado este gazpacho pero siempre terminamos haciendo el típico, nos encanta. Sin embargo, tenía sandías de mi padre, un antojo por comer un trozo y no sabía qué hacer con el resto. Iba a preparame gazpacho, así que decidí hacerlo de sandía y así podía quitarme ese caprichito del trocito de sandía fresquito. Guardé mi rebanada y, ya que hice el gazpacho, pues no iba a tirar la cáscara, no? Mientras puse el pan en remojo, pelé la cascara de sandía y preparé la mermelada de cáscara de sandía.

A este gazpacho lo único que no le pongo es cebolla, pero el resto del método es el mismo que en el gazpacho tradicional que os mostré al principio de verano. 






Le queda muy bien para acompañar unas nueces y unos taquitos de queso feta, en esta ocasión no le puse. 

bon profit! 


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Aromas de Oriente, Humus

Hooola! Después de muchos días sin publicar nada ya me lanzo de nuevo un poco. He tenido unos días de bajoncete moral por motivos varios, pero, ¿qué mejor para levantar el ánimo que contaros todo lo que pasa por mi cocina? Por otra parte, creo que querer llegar a tanto también ha sido una de las causas de que me "estresara" un poco con el blog. He intentado meterme en tantas cosas (concursos, sorteos...) hasta que ya no he podido más, así que por este lado he decidido relajarme un poco y tomármelo a mí ritmo, sin prisa pero sin pausa (lo malo es que tenía unas ideas muy chulis para Ana de recetas con maleta y peineta, y para Elena, 4 especias, y no ha podido ser). Me da un poco de envidia esos preciosos blogs, que publican cada día una o varias recetas, y con esas fotos tan preciosas! Pero lo dicho, me lo tendré que tomar con más calma… trabajo, casa, gimnasio, huerto, cocina...no doy para tanto, soy muy pequeñita! Jejeje. Dentro de poco comenzaré un curso de restauración de muebles, así que también intento darle forma a algunas ideas que me surgen, creo que será mi nuevo blog...ya os iré contando. Con todo esto, solo quería deciros que aunque parezca que estoy un poco ausente, sí que me paso por todas vuestras cocinas, no siempre os comento, pero como os digo me faltan horas al día.

Bueno, pues sin más rollos, os cuento una breve historia y una receta más con aroma a Oriente....

Como ya os dije, el libro de Aroma árabe, de Salah Jamal, me gusta mucho y siempre lo tenemos a mano. En esta ocasión la historia que cuenta sobre el humus dice así: …”desde los orígenes de este plato, a principios del siglo XX, y hasta los años setenta, el hommos ha sido considerado como un plato destinado únicamente al desayuno. Su aroma propio, junto al de las cebollas tiernas, el acompañamiento habitual del hommos, siempre me recuerda de forma inconfundible aquellos madrugadores recorridos que realizaba de pequeño desde mi casa a la escuela. ….”
“…Aún recuerdo a mis temidos maestros con una cebolla en la mano, relajados y alegres, rodeando – a la hora del desayuno- a este dichoso plato. La primera clase del día era, sin duda, la más agradable de todas, si la comparábamos con las siguientes. Los maestros eran más permisivos, aunque más por inercia placentera que por voluntad propia. La causa solo había que buscarla en su repetitivo y diario desayuno; la combinación del puré de garbanzos, la cebolla tierna y el pan árabe y, como culminación, una taza de té con menta o salvia, provocaba al más despejado un irremediable relajamiento y una placidez mental. Por lo tanto, la primera clase de cada día siempre era más bien una hora de transición o de mentalización, para entrar posteriormente en las siguientes clases. Para más “inri”, la clase de matemáticas siempre se programaba a primera hora del día, con el fin de aprovechar la claridad mental tanto del profesorado como de los alumnos. El resultado académico se suponía era evidente. Yo siempre me he preguntado, y no es broma, ¿por qué en el mundo árabe escasean los buenos matemáticos, a pesar de que fue la cuna de dicha disciplina? ¡¡Será el hommos el culpable??!!....”

Ingredientes:

250 grs. de garbanzos
1 cuc. rasa de sal
1 diente de ajo
1/2 vaso de zumo de limón
1/2 vaso de tahina
1 taza de agua
1/2 yogur natural

Modo de preparación:

Mezclar todos los ingredientes en una batidora hasta obtener un puré. 


Preparar en un plato y especiar. Yo le pongo comino, pimentón rojo y perejil.
Según el libro se le puede poner: granitos de garbanzos cocidos, hilillos de aceite de oliva, trocitos de perejil y una pizca de comino en polvo.

En el libro hay una par de sugerencias a tener en cuenta para la textura del puré:

Si la textura del puré resulta muy diluida, añadir una cucharada grande de garbanzos y otra de tahina, dado que ambos ingredientes solidificarán más la masa.
Si la textura resulta muy pastosa, añadir poco a poco, y mientras se sigue batiendo la mezcla, muy pequeñas cantidades de agua hasta obtener la textura deseada.



Nosotros en esta ocasión lo tomamos de noche así que no lo hicimos con cebolla, lo hicimos con tostaditas. Mi chico se lo preparó un tiempo para desayunar al estilo árabe, con cebolla y palitos de zanahoria. Con los palitos a mí me gusta mucho!

Espero que os guste... :D

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Viciosas galletas de chocolate con pepitas

Tenía muchas ganas de preparar unas galletas, ya que nunca lo había hecho, y el libro de NIgella Lawson tiene unas muy sencillitas, así que me puse manos a la obra. Venían unos amigos a pasar la tarde y no les gusta la horchata, que es la merienda típica en estos tiempos y en este pueblo, lugar de la chufa por excelencia. Por otras ocasiones en las que nos habíamos juntado sabía que el chocolate sí que les gusta a los dos, así que viendo todas las galletas que había en el libro, me decanté por las de chocolate con pepitas de chocolate.
Con esta cantidad salen unas 12-14 súper galletas. No tuve en cuenta lo grandes que se hacían y algunas se me juntaron, por lo que recomiendo una buena distancia entre galleta y galleta. La segunda tanta, ya viendo que se juntaron, las hice más separaditas, y éstas sí que salieron bonitas y ricas!!!
Me pasó otra cosa, el tiempo. La receta dice 18 minutos, y cuando pasaron miré las galletas, me parecían blandas, y las dejé un poco más….MAAAAAAKKKKK, ERROOOOOORRRRRR. Se me pusieron morenitas….entonces, las segundas las saqué pasados los 18 minutos. ¿Qué sucede? Pues que hay que pinchar para comprobar que la masa esté cocida, pero en cuanto resistencia de la galleta, una vez la sacas del horno se endurece en menos de 5 minutos, y entonces queda jugosa, y buena. Así que bueno, estas estaban ricas, pero las siguientes serán mejores, de los errores siempre se aprende!
En cuanto a los ingredientes varié la cantidad de pepitas de chocolate, que le puse menos, y le añadí trocitos de almendra picada. También varié la cantidad de azúcar blanco, que le puse la mitad de lo indicado.

Galletas de chocolate con pepitas de chocolate
Ingredientes:
125 grs. de chocolate negro (mínimo 70 % cacao)
150 grs. de harina
30 grs. de cacao tamizado
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
½ cucharadita de sal
125 grs. de mantequilla blanda
75 grs. de azúcar moreno
25 grs. de azúcar blanco
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 huevo, sacado frío del frigorífico
150 grs. de pepitas de chocolate
75 grs. de almendra picada

Modo de preparación:
Precalentamos el horno a 170º.
En un recipiente apropiado, fundimos el chocolate, yo lo hice al baño maría pero en el microondas va bien también.
En un bol pondremos la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal, todo tamizado.
Batimos la mantequilla y los dos tipos de azúcar en otro bol.
Agregamos el chocolate deshecho y lo mezclamos bien. 


Añadir batiendo, el extracto de vainilla y el huevo frío. Introducir ahora los ingredientes secos. 


Por último, añadir las pepitas de chocolate y las de almendra. Mezclar bien.
Con la ayuda de un par de cucharas, haremos montoncitos -como ya os he dicho con una buena separación porque el montoncito se baja!- y los colocaremos en la bandeja del horno. No los aplanes, ellos mismos bajan.
Hornear durante 18 minutos, o probar que el probador salga limpio – pero vaya, estuvieron en 18 minutos exactos!-.
Sacar del horno y dejar que se enfríen unos 5 minutos. Cambiar a una rejilla para que se endurezcan y enfríen. 


Juaaasss, qué buenas estaban! Las últimas que me quedaron me las llevé el finde y se las regalé a mis sobrinas, las viciosas del chocolate. Tendré que hacer otra tanda porque mi chico se quedó con los dientes un poco largos y un poco desilusionado cuando volvió de trabajar y le dije que las había regalado…pobrecillo, qué carita! 

Seguiré probando con el libro cookies de Martha Stewart...to be continued...

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Laban maa ijiar - Tzatziki -


Hoy os presento una receta, griega de origen turco, que tiene diferentes nombres dependiendo de su procedencia. A pesar de que es conocida como salsa griega, en Grecia se le denomina tzatziki, y los árabes la llaman laban maa ijiar. Su base son el yogur griego, el pepino, el ajo y la menta; pero existen muchas variaciones de la salsa. Unos le ponen más pepino, menos ajo, otros más ajo, y menos menta, otros más menta...También he visto que hay quien le pone alcaparras y pepinillos en vinagre, para gustos los colores. Cuando estuvimos en Egipto la tomamos como entrante; con tomates cherry y creo que algo salado, no lo recuerdo bien.

Se usa como condimento de muchas y diversas comidas, -carnes, pescados, brochetas- no solo en los conocidos kebabs. También, como os decía, se usa como entrante o aperitivo, como aliño de ensalada... Nosotros la preparamos para los falafel, esas deliciosas croquetas vegetales que nos encantan mojaditas en esta salsa!


Laban maa ijiar o tzatziki

Ingredientes:

2 yogures griegos naturales
1/2 Pepino
1 Ajo
Aceite de oliva
Zumo de 1/2 limón
Menta
Hierbas provenzales: tomillo, orégano, romero, albahaca verde y morada, estragón, eneldo, laurel, ajedrea...
Sal

Modo de preparación:

Antes de nada, y con un par de horas de antelación, pondremos el yogurt a desuerar, es decir, lo pondremos en un paño o calador de tela para que pierda el suero y así poder obtener una salsa más densa.
Acto seguido, rayaremos el pepino y también lo pondremos a escurrir. Si lo presionas un poco pierde el agua que le sobra. 


Una vez hecho esto, solo nos queda mezclar todos los ingredientes en un bol grande.
Pondremos el yogurt, el pepino, el ajo picadito muy pequeño, la menta y las hierbas. Mezclar bien. Aliñar con sal, aceite de oliva y zumo de limón hasta conseguir el sabor deseado. 



Listo para dipear!


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Aromas de Oriente, falafel

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Tengo un libro de cocina árabe al que le tengo mucho cariño y curioseamos muchas veces. La historia que cuenta del falafel dice así…:” ¿Por qué comienzo por el falafel? La respuesta es obvia, el falafel es el plato elaborado más popular del Próximo Oriente, incluidos los países no árabes. El origen de su denominación proviene, con toda probabilidad, del verbo árabe falfala, que significa condimentar. Ciertamente, podemos afirmar que la masa del falafel contiene la más variada y equilibrada cantidad de especias de todos los platos árabes. El falafel se consume a cualquier hora del día, para desayunar, almorzar, merendar, cenar, o simplemente, para picar. También se toma como entremés o pato de acompañamiento, y a menudo se convierte en un plato básico y único para miles de familias de pocos recursos. Y, en verdad, un solo sándwich de falafel, bien hecho y bien condimentado, satisface por completo, igual que un menú. 
....

El origen de las croquetas del falafel ha sido muy discutido, pero es probable que ya se consumiera en el Egipto faraónico y que desde allí fuera llevado a la península arábica, sobre todo al Yemen. A principios del siglo XX, y a causa del descubrimiento del petróleo, se produjeron grandes oleadas de migraciones a la zona del Próximo Oriente hacia las regiones petrolíferas. Miles de familias yemenitas emigraron hacia el norte, a Arabia Saudí, Kuwait…, en busca de mejor suerte. En estos países se encontraron con otros emigrantes que provenían el norte de África. Los yemenitas montaron sus paraditas de falafel en muchas esquinas de las calles de estas regiones florecientes. Esa comida rápida y baratísima hizo furor entre las capas de trabajadores emigrantes, que representaban el 70% de la población del golfo arábico. Años después, muchos de aquellos inmigrantes, al volver a sus países de origen con un poco de fortuna, montaron infinidad de puestos de venta de falafel. De aquí viene que los sirios, los palestinos, los libaneses, los iraquíes, e incluso los israelíes, reivindiquen el falafel como plato nacional propio. Curiosamente, los yemenitas, que fueron presumiblemente los responsables de la difusión de estas croquetas, no lo reclaman como propio. -Salah Jamal-

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A pesar de la historia, os pondré la receta que hice porque está un poco variada. Hice varias consultas por la web, y viendo esta y esta, hice un mix entre todas, y la experiencia ya que la primera vez que los preparé se me quedaron en la freidora...nos encanta el falafel y ya estábamos un poco cansados de pedirlo a domicilio ya que pensábamos que no sería muy complicado preparar un buen falafel. Pues bien, la primera vez fue un poco desastroso ya que las bolas no cogían consistencia y se me quedaron por el camino, así que tenía una espinita clavada. Este finde me propuse volver a probar y allá que me puse manos a la obra. La preparación fue sencilla y rápida, y las croquetas me quedaron buenas. Las acompañamos con la típica salsa de yogurt y pepino, que os contaré rápidamente cómo la hice en otra entrada.

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Falafel

Ingredientes 

½ kg de garbanzos
80grs. de pan rallado
5 mini zanahorias del huerto urbano
1 ajo
Perejil y cilantro fresco picado
Comino, menta, curry, canela, pimentón rojo (½ cuc de cada)
Sal, pimienta
½ sobre de levadura
Semillas de sésamo
Harina de garbanzos (para rebozar)

Modo de preparación:

Triturar los garbanzos y añadirle el pan rallado. Agregar el ajo picado pequeño, el perejil y el cilantro. Mezclar bien todos estos ingredientes.
Picar la zanahoria a cuadritos bien pequeños y añadir a la mezcla. 
Añadir a la mezcla las especias, la levadura, el pimentón, el sésamo, la sal, la pimienta y mezclarlo todo de nuevo.
Reposar 2 horas.
Hacer bolas con los dedos no demasiado gruesas y rebozar con la harina de garbanzos.


Freír en aceite abundante y caliente.
 

qué aproveche!



Fuentes: (Aroma árabe – recetas y relatos-, directoalpaladar, elblogalternativo)

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Un pecado...brownie de chocolate!

Qué delicioso placer de pecar ante un brownie de chocolate! 

Este finde se planteaba nublado y lluvioso, y el viernes me decidí a preparar un brownie que había visto en el blog de Julieta. Estuvo listo en una media hora, las nubes y la lluvia creo que no duraron eso en todo el fin de semana, jajjaja. 

La receta es bien sencilla, y el resultado....mmmm...delicioso!! De la receta de Julieta, le he variado un poco los ingredientes y las medidas  -no sé qué me pasa con el dulce que se me empalaga mucho, y preferí ponerle menos azúcar y más chocolate puro-. 


Brownie de chocolate

Ingredientes:

125 grs. de chocolate negro de postres (70 cacao)
220 grs. de mantequilla
150 grs. de azúcar moreno
2 cucharaditas de esencia de vainilla
2 huevos XL (Julieta le pone 4M)
70 grs. de harina
100 grs. de nueces

Modo de preparación: 

Primero pondremos el horno a calentar a 180º. 



Lo 2º que tenemos que hacer es derretir la mantequilla y el chocolate. Tenía preparado un baño María, así que le puse un bol con la mantequilla y el chocolate y lo fui moviendo hasta obtener una mezcla. También lo puedes hacer como dice Julieta: lo pone en el microondas a baja temperatura y poco tiempo, y va removiendo para comprobar el resultado. 

En otro bol blanqueamos el azúcar con los huevos y añadimos la esencia de vainilla. 


Añadimos la harina tamizada. Agregar la mezcla del chocolate, las nueces y mover bien. 


Preparar el molde que vayamos a usar e introducir la mezcla. Yo engrasé una bandeja, pero al sacarlo del horno algunos trozos se me rompieron. La próxima vez le pondré papel de horno debajo para poderlo sacar mejor.

Introducir en el horno 20 minutos  y ya tendremos listo nuestro brownie de chocolate! 

Recomiendo, ser paciente y esperar unos minutos al sacarlo del horno para no sufrir una abrasión...ejem, ejem...






Qué aproveche!

 A mi chico y a Jorge, que pasó a vernos en el momento postre, pareció gustarles también. Había tal conexión entre nosotros y el brownie que no podíamos parar de picar, era como un imán!! Jeje. 

Muy rico, os lo recomiendo!


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